El Salvador
Título del proyectoEl Salvador: lucha a los cambios climáticos, sostenibilidad y desarrollo cooperativo.
Partners del proyecto
Partners locales son la Confederación de Federaciones de la Reforma Agraria Salvadoreña (CONFRAS) y su Centro de Investigación, Experimentación y Transferencia de Tecnología Agroecológica (CIETTA).
El proyecto, ahora terminado, fue co-financiado con Fondos Ocho por Mil de la Unión de las Iglesias Metodistas y Valdenses italianas.
Avances del proyecto
Sobre la construcción de un pozo de agua con fines agrícolas en el CIETTA, véanse fotos de la firma del contrato y correspondiente nota periódistica (también aquí); además, fotos de la perforación y realización del mismo.
Aquí van las fotos de la construcción de la galera de abono orgánico y del vivero.
Aquí las fotos del proceso de remodelación de la sala de venta.
Y aquí las fotos del proceso de remodelación de la planta de procesamiento de alimentos.
También hay fotos varias del CIETTA.
Y luego las fotos de la instalación de la placa pro memoria de la cooperacion italiana.
Objetivos del proyecto
En general, el Proyecto se propone contribuir a contrarrestar los efectos de los cambios climáticos globales en El Salvador; fortalecer la conciencia ambiental del movimiento cooperativo salvadoreño; promover modelos de agricultura sostenible y ecológicamente viable; incrementar la sostenibilidad de CONFRAS-CIETTA.
En lo específico, se pretende potenciar operativamente dicho Centro, mejorando su infraestructura productiva de insumos orgánicos; crear las condiciones para el procesamiento y la producción de alimentos; aumentar la disponibilidad de agua para consumo humano, servicios básicos y productivos, y riego; multiplicar la oferta formativa dirigida al movimiento cooperativo confederado.
Contexto nacional
Con una extensión de 21.040 km2, El Salvador es la más pequeña de la repúblicas centroamericanas que proclamaron su indipendencia de España el 15 de septiembre de 1821. Por eso, la poetisa chilena Gabriela Mistral lo bautizó con el nombre El Pulgarcito de América.
Su capital es San Salvador. El país se divide en 14 departamentos y 262 municipios. Asimismo, los departamentos están agrupados en tres regiones: Occidental, Oriental y Central. Cada departamento es administrado por un gobernador en representación del poder ejecutivo, nombrado directamente por el Presidente de la República y residente en la cabecera departamental.
Los municipios son gobernados por los concejos municipales, elegidos cada tres años en elección directa por los ciudadanos inscritos en la circunscripción municipal respectiva.
El actual presidente de la Republica es Salvador Sánchez Cerén, por el Frente “Farabundo Martí” para la Liberación Nacional (FMLN). Su vicepresidente es Óscar Ortiz, del mismo partido.
Del punto de vista geográfico, el terreno es en su mayor parte montañoso, con una estrecha franja costera y una meseta central. Su litoral se extiende desde la desembocadura del río Paz, al suroeste, hasta la del río Goascorán, al sureste. Limita al occidente con Guatemala, en la parte Nororiental con Honduras, al oriente con Honduras y Nicaragua (con este país, la frontera es solo marítima), así como en el sur con el Océano Pacífico.
La lengua oficial es el español y menos del 1% de la población habla el antiguo idioma náhuatl.
Según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples del 20141, la población de El Salvador es de 6.401.415 habitantes, con una densidad demográfica de 304 habitantes por km2; es decir el país más densamente poblado de América Latina. De la población total, 3.989.266 residen en el área urbana (el 62,3%) y 2.412.149 en la rural (37,7%). El 86% de la población es mestiza, el 12% blanca, y el 2% indígena.
En la actualidad la tasa de natalidad es de 16,79%, la tasa de mortalidad de 8%, con una tasa de mortalidad infantil de 18,44% en el 2014. La esperanza de vida es de 62 años. La población urbana alcanza un 44%. Al mismo tiempo, se calcula que alrededor de 2,5 millones de salvadoreños han salido hacia otros paises, Estados Unidos principalmente, siendo las remeses de los migrantes – 4.154,2 millones de dólares en el 2014 2 – una de las principales fuentes de ingreso para la economía nacional.
La tasa de crecimiento económico anual se sitúa en 2,7%. Por su estrecha vinculación a la economía norteamericana, hace años el país abandonó el colón como moneda nacional, siendo ya el dólar estadounidense la divisa utilizada en todas las transacciones.
En el 2014, el Producto Interno Bruto fue de 25 billones de dólares. Café, caña de azúcar y camarón, son los principales productos agrícolas de exportación; en el campo industrial, son los alimentos y las bebidas, los productos químicos y los textiles - estos últimos producidos en las llamadas maquiladoras -. También la producción artesanal es muy difundida en el país y contribuye en gran medida al desarrollo de la economía nacional.
Del punto de vista social, El Salvador conoce altos niveles de desigualdad. Según fuentes de las Naciones Unidas, la población en extrema pobreza es alrededor del 20%. Mientras pocas familias de la oligarquía concentran gran parte de la riqueza. La sociedad está atravesada por fuertes tensiones, herencia del pasado y, en particular, de la guerra civil, concluída con los acuerdos de paz de 1992. Uno de los fenómenos sociales más inquietantes en ese sentido es representado por las maras, es decir bandas juveniles muy violentas, que se dedican al narcotráfico y a todo tipo de actividades criminales en sus barrios de origen.
En el campo medioambiental la situación es bastante crítica. La deforestación ha dejado el país ya casi sin bosques y con crecientes problemas de abastecimiento de agua para el consumo humano y animal y para la agricoltura, por efecto también de la contaminación de ríos y fuentes. Estos problemas son agravados por los cambios climáticos globales, que representan un reto para el futuro del país.
Qué es y qué hace CONFRAS
La Confederación de Federaciones de la Reforma Agraria Salvadoreña (CONFRAS) surgió en el año 19881, ocho años después que se decretara la Reforma Agraria en El Salvador y mediante una lucha fuerte del movimiento cooperativo agropecuario, ya que la ley agraria no permitía la existencia de estructuras de segundo y tercer nivel. Actualmente, agrupa a 7 federaciones, 1 asociación de productores y 1 asociación nacional de mujeres. En sus 27 años de lucha, CONFRAS ha apoyado el trabajo de federaciones y cooperativas del sector agropecuario reformado y no reformado; primero en defensa de los intereses sobre la tierra, después ejecutando proyectos para el desarrollo económico y social de las cooperativas, finalmente incorporando acciones de incidencia política conjuntamente con su membresía y en alianza con organizaciones afines del movimiento popular y social. Todo, orientado a la consecución de su misión institucional: ser una organización cooperativa, integradora, gremial agropecuaria, que fortalece, defiende y promociona el sector cooperativo nacional, con incidencia en políticas públicas para el desarrollo económico y social de sus afiliadas.
Diferentes factores han incidido en este proceso. Una oposición histórica de los sectores dominantes para la consolidación de la reforma agraria, lo que indujo a la desarticulación parcial del movimiento cooperativo agropecuario, la venta de tierras, la corrupción en cuerpos de dirección de cooperativas estratégicas, fomento del individualismo en los productores; consecuentemente, un atraso en el desarrollo de la fuerza productiva agrícola. El abandono del agro desde los años ‘80 hasta el 2009 no fue una adversidad solo para el sector reformado, sino generalizado para el sector agropecuario, bajo el argumento que era más económico importar que dinamizar la producción interna, convirtiendo de esta manera a los monopolios agropecuarios y agroindustriales en empresas importadoras. El objetivo central de la Confederación continúa siendo la reforma agraria y, con ello, el desarrollo de
los siguientes ejes estratégicos:
a. Desarrollo agropecuario sustentable basado en el modelo de soberanía alimentaria.
b. Promoción de servicios para el desarrollo económico sustentable.
c. Fortalecimiento de las federaciones afiliadas a CONFRAS.
d. Incidencia política.
Para la ejecución de su trabajo, CONFRAS recibe apoyo de la cooperación internacional, mediante consultorías y asesorías (asistencia técnica), formación de recursos humanos y financiamiento para proyectos. Al mismo tiempo, la Confederación ha realizado esfuerzos en el desarrollo de iniciativas económicas orientadas a la sostenibilidad, siendo el CIETTA una de estas apuestas que cuentan con el apoyo de productores y productoras.
Todas las actividades de CONFRAS se ubican en dos áreas: el trabajo de relacionamiento e incidencia, y el desarrollo de las capacidades organizativas y productivas con las afiliadas. Históricamente, CONFRAS ha conformado una red de alianzas con organizaciones de productores y organizaciones no gubernamentales, así como con instancias de la estructura política del país, para impulsar un modelo económico, social y político de beneficio para las mayorías. El trabajo con las alianzas se ejecuta con una agenda generalmente cargada de acciones, entre éstas:
- Promover la reestructuración de instancias gubernamentales responsables del sector agropecuario y cooperativo, para facilitar adecuada respuesta a las necesidades de los productores.
- Presentar propuestas de políticas a las instancias de gobierno sobre desarrollo de la agricultura agroecológica.
- Mantener acciones de presión para la producción y compra de semilla de maíz y frijol a las cooperativas agrícolas.
- Exigir que se regule y prohíba el ingreso y uso de productos transgénicos y pesticidas de alta toxicidad.
- Impulsar la creación de un programa para la reactivación del movimiento cooperativo agropecuario, con enfoque de género y juventud.
- Incidir en propuestas y/o reformas a las siguientes leyes: Ratificación del Artículo 69 de la Constitución de la República sobre el derecho a la alimentación; Ley de Soberanía Alimentaria; Ley General de Asociaciones Cooperativas; Ley de semillas; Ley de agrotóxicos; Ley especial del café; Decreto 719 sobre tenencia de la tierra; El derecho humano al agua, que esté garantizado en la Constitución de la República.
Para el desarrollo económico y productivo, CONFRAS tiene definidos los siguientes programas y proyectos:
- Desarrollo Agropecuario Sustentable. Encaminado a poner en práctica la metodología de campesino a campesino, las técnicas agroecológicas, la utilización de semillas criollas y el uso de insumos orgánicos. Los participantes reciben capacitación, realizan intercambios entre productores, desarrollan parcelas
demostrativas con enfoque agroecológico para la transferencia de conocimientos.
- Servicios para el Desarrollo Sostenible. El trabajo con los productores es apoyado con tres tipos de recursos que forman parte de los activos de la Confederación: un programa de crédito agropecuario (PROCAMPO), orientado a organizaciones y productores individuales que requieren financiamiento para iniciativas productivas; un Centro de Capacitación Cooperativo construido en alianza entre tres organizaciones, cuyas instalaciones cuentan con auditorio, comedor, dormitorios y área de esparcimiento; el CIETTA.
- Fortalecimiento de Federaciones. La membresía directa de CONFRAS está compuesta por nueve organizaciones (7 federaciones y 2 asociaciones), un número de 107 cooperativas y un total de 6.971 asociados. A través de los diferentes proyectos se ejecutan acciones orientadas al fortalecimiento de la membresía; entre las principales, la capacitación en temas cooperativos, políticos y técnicos; asistencia técnica en procesos agroecológicos, procesamiento y comercialización de productos; algunos temas son especializados, como en el caso del café.
- Género y juventud. Es un eje transversal en todas las acciones de la Confederación, sin embargo, en torno a este componente se desarrollan diferentes actividades que le dan un perfil propio. La organización y la formación a través de una escuela cooperativa le asignan un dinamismo importante al trabajo con mujeres y jóvenes.
Qué es y qué hace el CIETTA
El Centro de Investigación, Experimentación y Transferencia de Tecnología Agroecológica (CIETTA) es un espacio demostrativo de alternativas agroecológicas para la agricultura. Se inició en el año 1995 con el nombre de VIABOSEM (Vivero, Abonos y Semillas), contando con modestos apoyos de ONG europeas para la construcción de una infraestructura básica de funcionamiento. Se ubica en un terreno de 5,83 héctareas de extensión, obtenido con recursos propios de CONFRAS.
El desarrollo del CIETTA hasta su estado actual ha sido por fases, abordando necesidades con posibilidades de financiamiento limitado, por medio del siguiente proceso:
- Mejoramiento de la calidad del suelo con la siembra de abonos verdes, ya que estas tierras habían sido agotadas por el excesivo uso de agroquímicos, con la explotación de algodón y caña de azúcar.
- Establecimiento de un vivero de plantas forestales, frutales y ornamentales.
- Producción de abonos orgánicos sólidos y líquidos.
- Establecimiento de cultivos experimentales y demostrativos.
- Establecimiento de un laboratorio para estudio de plagas y enfermedades de los cultivos.
- Establecimiento de una infraestructura mínima, que posteriormente se fue ampliando hasta contar con las instalaciones actuales.
- Establecimiento de una pequeña planta de procesamiento agroindustrial (harinas de maíz, arroz y frijol, envasado de miel de abeja, procesamiento de vino de flor de Jamaica); de éstas la última es la más exitosa.
- Construcción de un aula de servicios múltiples.
- Desarrollo de cursos, talleres, encuentros y ferias sobre agroecología, medio ambiente y cambio climático.
Además de la utilidad del CIETTA para la formación de productores de cooperativas y federaciones afiliadas, tiene bastante atractivo para productores independientes y centros educativos. Estudiantes de Ingeniería Agronómica de la Universidad de El Salvador, realizan prácticas en parcelas experimentales con enfoque agroecológico.
El contexto de necesidades
En el movimiento cooperativo agropecuario salvadoreño y, consecuentemente, en las estructuras representadas por CONFRAS se presentan necesidades económico-productivas, socioeducativas, ambientales y específicas relacionadas con el modelo cooperativo.
Económico productivo. La mayoría de las cooperativas tienen poca tierra y algunas la arriendan, dedicándose al cultivo de granos básicos principalmente, lo que significa economías de subsistencia. Las tierras que trabajan son de la más baja calidad, de laderas o ya agotadas por los cultivos agroindustriales (algodón, caña de azúcar), requiriendo de inversiones que generan muy baja rentabilidad; también, los productores utilizan tecnologías atrasadas que no favorecen la conservación de los suelos. Las cooperativas grandes, en cambio, dedican amplias extensiones al cultivo de caña, café y ganadería, y por lo común son competitivas.
Socio-educativas. En la base de datos generada por CONFRAS en el año 2008, se reporta un porcentaje de 32% de asociados y asociados analfabetas, superior a la media nacional para el área rural. Existe un porcentaje de participación de mujeres del 31% con relación a los hombres, aunque la cifra parece baja, es una participación significativa si consideramos que en el área rural existe una brecha elevada, marcada por un machismo bastante arraigado. En la actualidad, la situación que más afecta a los productores es la inseguridad ocasionada por bandas delictivas, lo que acrecienta la migración interna y hacia el exterior.
Ambientales. El cambio climático es el fenómeno generalizado que amenaza los medios de vida de los productores. Los productores pierden por efecto de la sequía y por exceso de lluvia, siendo poco conscientes todavía de las causas que originan esta situación. Más del 50% de los productores utilizan insumos químicos en los cultivos, en cantidades no recomendadas y con frecuencia reciben asistencia técnica de las mismas empresas distribuidoras de los productos.
El modelo cooperativo. Durante 20 años de gestión de los gobiernos que apoyaron el enfoque neoliberal, se combatió el desarrollo del movimiento cooperativo agropecuario, específicamente de las cooperativas surgidas con la reforma agraria en 1980; dando lugar a un sistema cooperativo débil y con poca identidad cooperativa, a la venta de tierras que tenían propiedad colectiva, al fomento del minifundio (propietarios de parcelas) y a la generación nuevamente de una masa de trabajadores asalariados. Las cooperativas que sobreviven requieren de formación, transferencia de conocimientos tecnológicos para una agricultura que se adapte a las variaciones climáticas y desarrollo de iniciativas emprendedoras para no depender exclusivamente de la agricultura tradicional.
Finalidades, estrategia, perspectivas y prioridades
A. La principal apuesta de CONFRAS con el movimiento cooperativo es el desarrollo productivo con enfoque agroecológico. En torno a este enfoque se practica la metodología “de campesino a campesino”, mediante la cual se induce la participación de técnicos locales para la multiplicación de conocimientos y prácticas con otros productores. Se ofrecen programas amplios de capacitación, intercambios y experimentación de las técnicas de producción agroecológica en sus parcelas. De la misma manera, apoyar desde la gestión empresarial a aquellas cooperativas que tienen un potencial de desarrollarse como empresas.
B. La organización, la formación cooperativa y asistencia técnica de los productores para que puedan ser más eficientes en la producción. Facilitar apoyo a cooperativas y productores para que rompan su dependencia de los intermediarios y a través de la asociatividad compren los insumos y vendan sus productos (técnicas de mercadeo). Punto importante es la formación de un nuevo liderazgo agrario, con la participación de jóvenes y mujeres, para ello se cuenta con un plan de escuela cooperativa.
C. Equidad de género y juventud. El trabajo de género, pero principalmente la inclusión de mujeres en actividades productivas como en la conducción de las organizaciones, continúa siendo una de las prioridades de la Confederación, contándose con una política de género y se ha institucionalizado un Comité Nacional de Educación y Género encargado de operativizar tanto la política como los planes operativos. El trabajo con jóvenes es más reciente y tiene a la base un problema generacional, en el sentido que, la membresía de las cooperativas y su dirigencia están envejeciendo y no se han desarrollado mecanismos para su reemplazo.
D. El cambio climático afecta particularmente a la agricultura y a la producción de alimentos. Y, entre más atrasadas son las prácticas culturales, mayor es el impacto en las condiciones de los productores y sus familias. En ese sentido, esta temática constituye un eje transversal en los programas y proyectos que se ejecutan. La propuesta de CONFRAS sobre la Ley de Soberanía Alimentaria está estrechamente vinculada a esta problemática ambiental.
E. Otra de las prioridades, que demanda atención principalmente de los cuerpos directivos, es la incidencia política. Varias organizaciones de cooperación internacional apoyan iniciativas en ese marco de acción, que se realiza en alianza con organizaciones afines.