Nicaragua
Título del proyecto
Recuperación de recursos hídricos y forestales ante el cambio climático global y la crisis ecológica en el municipio de Larreynaga (Nicaragua).
Partners del proyecto
Partner local es el Centro de Orientación Familiar y Educación Sexual “Xochilt Acatl”, asociación nicaragüense sin fines de lucro constituida el 13 de Octubre de 1991; comúnmente conocido como Centro “Xochilt Acatl” (CXA), con sede en Larreynaga-Malpaisillo.
El proyecto, ahora terminado, fue co-financiado con Fondos Ocho por Mil de la Unión de las Iglesias Metodistas y Valdenses italianas.
Objetivos del proyecto
La progresiva pérdida de bosque en el Trópico Seco de Nicaragua, junto a los efectos del cambio climático global, también acrecentados por fenómenos como El Niño y La Niña, agravan las condiciones de pobreza de las mayorías. El Proyecto pretende mitigar tales consecuencias mediante la participación ciudadana en la recuperación, el cuido y la preservación de los bosques existentes, la reforestación, la salvaguardia y recuperación de fuentes de agua y microcuencas. A tal fin, el Centro “Xochilt Acalt” promoverá campañas de sensibilización y acompañará las comisiones ambientales de varias comunidades del municipio en tareas de reforestación y/o recuperación de áreas de bosque, aun en parcelas familiares y/o comunitarias, y de regeneración de reservas de agua, para consumo humano y también para uso agrícola, sobre todo durante la estación seca o períodos de intensa sequía. Por lo cual, proporcionará insumos y, también, sugerencias para proteger cercar las áreas reforestadas, y impulsará la elaboración de instrumentos de gestión comunitaria de los recursos naturales.
Contexto nacional
El débil crecimiento económico, factores estructurales y la escasa priorización de las necesidades de la población más vulnerable mantienen a la pobreza como asignatura pendiente en Nicaragua: en el Informe de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de 2013, el país centroamericano ocupa la posición 129 de la clasificación, atendiendo al IDH.
Nicaragua tiene una población de 5,8 millones y una tasa anual de crecimiento demográfico de poco superior al 1%. El 53% de la población tiene menos de 24 años. La población se concentra en las tierras bajas de la región del Pacífico, en tanto que la zona caribeña acoge sólo al 8% de los habitantes. Managua, la capital, concentra la cuarta parte de la población total. Las etnias amerindias representan un 5% de la población.
La agricultura es la principal actividad económica (café, azúcar, banano, ajonjolí, mani). También tienen algún relieve la explotación forestal de las llanuras orientales, la ganadería y la pesca. Del subsuelo se extrae bentonita, oro, plata y zinc. Las industrias, escasas, se localizan en los departamentos occidentales, donde surgen varias zonas francas, sede de maquiladoras.
La importante deuda externa del país, herencia de la guerra civil que vivió Nicaragua en los años '80, agrava la precaria estructura de su economía. El desglose de la distribución de los ingresos indica que el 10% más rico de la población obtiene un 45% de todos los ingresos, mientras que los más pobres reciben solamente un 14%. Nicaragua es el segundo país más pobre de Latinoamérica y, en general, de las Américas, con un producto nacional bruto per cápita de 453 dólares.
La pobreza afecta a 2,3 millones de personas, 831 mil de las cuales viven en condición de pobreza extrema, sobre todo en las regiones Central y Atlántica. De acuerdo con el informe de Desarrollo Humano del PNUD, el 60% de esta población vive con menos de 1 dólar al día. Otro 20% vive con 2 dólares al día.
Nicaragua tiene los índices más bajos de Centroamérica en términos de cobertura de agua potable y saneamiento básico, especialmente en las zonas rurales y entre las poblaciones dispersas. El 31% de los nicaragüenses está desnutrido: uno de cada tres niños tiene algún grado de desnutrición crónica y un 9% sufre desnutrición grave.
Contexto municipal
El Municipio de Larreynaga se ubica a 36 km al Este de la ciudad de León, cabecera del homónimo Departamento. Con una extensión de 888 km², de los cuales casi el 90% territorio rural, representa el 15,19% del territorio departamental. Su población es de 27.898 habitantes (VIII Censo de Población, 2005), siendo el cuarto municipio más poblado del Departamento. De ellos, 13.782 (49,4%) son
hombres y 14.116 (50,6%) mujeres. La población rural, distribuida en 35 caseríos, es de 18.022 habitantes, equivalentes al 64,60% del total.
La altitud media del territorio municipal es de 92,28 msnm. Los suelos son relativamente planos con textura franco arcillosa y arcillosos de textura pesada. Hay fuentes de agua superficial, entre ellos los ríos Galilao, El Caimito, Mescale, Malacatoya, Tecomapa, El Pescador, Tolapa y Sinecapa: sin embargo, por los bajos niveles de precipitación anual, típicos del Clima Tropical de Sabana, estos ríos poseen poco caudal.
Larreynaga forma parte de la Cordillera Volcánica del Pacifico y de la Depresión Nicaragüense, que son áreas de altos riesgos volcánicos y sísmicos; en la zona surge el Complejo Volcánico de Cerro Negro y Las Pilas.
También es muy susceptible a los fenómenos de El Niño y de La Niña, lo que significa que sufre frecuentes y alternos períodos de sequías e inundaciones. De hecho, Larreynaga fue uno de los territorios más afectados por el huracán Mitch, en 1998, y por la sequía agravada por el cambio climático y El Niño, en 2015. De hecho, estos fenomenos imposibilitan el desarrollo de los cultivos, a no ser que se utilice el riego de forma permanente.
En términos ecológicos, el territorio municipal sufre también las consecuencias destructivas de la tecnología empleada en los monocultivos de maní, caña, arroz y, hoy ya en menor medida, algodón, abusivos en pesticidas y abonos químicos, que han dejado secuelas enormes en la población, la cual padece altos índices de mortalidad provocados por el envenenamiento de las aguas. Este modelo de “desarrollo” económico alteró, desde los años '60, el medioambiente, facilitando la explotación indiscriminada de los bosques ante el silencio de las autoridades, causando una fuerte erosión de los suelos, poniendo a riesgo la fauna y la flora locales, modificando las dinámicas poblaciones del territorio; en breve, provocando un progresivo agotamiento de recursos claves para la sostenibilidad.
En relación a las actividades productivas, el Municipio de Larreynaga tiene poco desarrollo de la agricultura y la ganadería, ya que carece de suficientes recursos financieros y tecnológicos, de capacitación y asesoría, para potenciar las actividades agropecuarias. La región presenta altos índices de desempleo, falta de servicios básicos y viviendas, no existiendo además capacidad para absorber a la demanda de los trabajadores que se desplazan en tiempos de cosechas ó emigran en busca de mejores condiciones de vida.
A pesar de que la población considerada económicamente activa (PEA) tenga una alta vocación productiva, las deudas bancarias, la inestabilidad de la propiedad y la falta de financiamiento no permiten alcanzar buenos niveles de producción que ayuden a la población a salir del estado de pobreza en que se encuentra. En la búsqueda de estrategias de subsistencia, las unidades familiares han experimentado alternativas complementarias a la escasa viabilidad de sus actividades económico-productivas, pero no han tenido capacidad o apoyo para renovarlas ó sustituirlas. Las de pequeña escala, sencillamente, han suprimido las actividades ruinosas (algunas familias ya no siembran de primera, sino solo de postrera), las medianas han aumentado el tamaño de la explotación (en manzanas ó en cabezas de ganado) sin incrementar el aporte tecnológico.
El municipio ocupa el cuarto lugar en producción pecuaria en el Departamento de León, con aproximadamente 20 mil de cabezas de ganado, que producen carne y leche para el consumo local, pero que son también comercializadas en otras regiones del país.
Del total de la población rural, se estima que unas 3.600 personas sean trabajadores agrícolas sin tierra propia, que alquilan tierras o venden su mano de obra. Ante la falta de alternativas de empleo después de la desaparición del algodón, muchos de ellos se dedican al corte y venta de leña (para cocina) o madera (para artesanía e industria).
La emigración hacia Costa Rica y Estados Unidos es fuerte, lo cual, por un lado, genera ingresos al municipio en términos de remesas, pero por el otro agrava la situación de las mujeres que se quedan solas cuidando a los hijos, con la amenaza de que sus esposos dejen de mandarles dinero o de ser abandonadas por ellos.
Otros elementos que influyen grandemente en el deterioro socioeconómico y ambiental provocando niveles crecientes de pobreza severa y extrema en el área rural del Municipio, es la minería, desarrollada por empresas gracias a concesiones otorgadas por el gobierno, contribuyendo a los procesos de deterioro de los recursos naturales.
Por lo general, más allá de los porcentajes, los servicios básicos son deficitarios: sólo el 48% de la población tiene acceso a agua potable, mientras el restante dispone de pozos comunales y fuentes naturales. El Municipio no cuenta con servicios de aguas negras, ni de recolección y tratamiento de los desechos sólidos.
Más del 20% de la población no tiene acceso al servicio de energía eléctrica. El 16,45% de las viviendas no tiene servicios higiénicos; el 17% de la población municipal no tiene acceso a los servicios médicos estatales; mientras el 10% de los niños no frecuenta la escuela.
El municipio cuenta con un Centro de Salud, un Hospital Primario en Mina de Limón y 10 Puestos de Salud. El personal médico que atiende estos centros es de 10 médicos, 2 odontólogos, 1 licenciada en enfermería, 4 enfermeras, 17 auxiliares y 3 técnicos higiénicos. Las causas de consulta más frecuentes son: enfermedades respiratorias, renales, parasitosis, crecimiento y desarrollo. Los principales problemas del sector se relacionan con falta de medicinas, instrumentos y equipos médicos, abastecimiento (mobiliario, ropas y otros) y personal médico.
A excepción de la Clínica Ginecológica y de la atención que se da a las mujeres y adolescentes víctimas de violencia de género – ambos programas asistenciales del Centro “Xochilt Acalt” –, no existe una atención especializada en la zona. El Municipio tiene también una Comisaría de la Mujer, la Niñez y la Adolescencia, que actualmente cuenta con 1 trabajadora social, 1 psicóloga y 1 abogada. La dependencia total de los recursos externos para mantener estas comisarías – actualmente hay 14 en el país –, hace que peligre su creación, al no haber previsto un modo de hacerlas sostenibles, principalmente porque no ha sido una prioridad para la Policía Nacional, ni para el Gobierno, aunque después del cambio de la jefatura policial a favor de una mujer, se siente que hay más voluntad política para mejorar estos servicios.
Antecedentes del proyecto
En el año 2007 el Centro “Xochilt Acalt” conformó un área ambiental, componente del Programa de Participación Ciudadana, cuyo objetivo es promover la educación ambiental para el cuido, la preservación y la defensa de los recursos naturales, en las comunidades del municipio de Larreynaga. El área ambiental es una respuesta a los diferentes problemas identificados por actores locales que, en verdad, cuentan con un sinnúmero de instrumentos para la planificación – planes de desarrollo municipal, planes estratégicos de desarrollo comunitarios, planes ambientales municipales, agendas ambientales, planes de respuesta ante desastres naturales... -, a su vez enmarcados en el plan nacional de adaptación al cambio climático. Aunque se hayan impulsado procesos de formación en ese sentido, es creciente la demanda de concretas alternativas a nivel local que permitan enfrentar, y en la medida de lo posible corregir, los efectos del cambio climático, que en el municipio de Larreynaga ha tenido fuerte impacto. En ese marco, con el fin de mejorar la calidad de vida de la población se han capacitado las organizaciones comunitarias con las que se viene construyendo una nueva visión armónica con el medioambiente.
Actualmente el área ambiental atiende 35 comunidades del municipio, donde se realizan trabajos de reforestación, formación, jornadas de limpieza, construcción de viveros, acompañamiento jurídico en asuntos ambientales.
Los principales problemas que se observan en las comunidades, en relación al medioambiente, son:
- baja educación ambiental en la población;
- una modalidad convencional y tradicional de trabajar la tierra;
- una inclinación hacia la ganadería extensiva.